El mal llamado lagarto común Juancho en realidad tiene los ojos más vivos de entre todos los reptiles. Sus familiares, los Chamaeleonidae de Villaberzas de Arriba, se encuentran entre los distiguidos nobles del reino animal. Durante las cruzadas reptilianas fueron adscritos por el rey Poncio de Leoncio a la orden de Squamata y conquistaron el lejano reino, ya extinto, de Iguania. Sus ínclitos antepasados ahora pueblan las insoldables llanuras abisales.
Disfruta acechando a sus presas, confundido en los pastizales urbanos, a la inigualable altura de 75 centímetros sobre el nivel del mar. Con ambos ojos enfocados en la misma dirección, su aguda percepción y su visión estereoscópica no dejan escapar ni a viandantes ni a transeúntes. Cuando menos lo esperan, libera el obturador y una lengua onomatopéyica se estira como un zoom, captando hasta el más mínimo detalle de sus vidas. Aquellos datos que pudieran faltar son extrapolados siguiendo un complejo modelo matemático que tiene en cuenta la información que proporcionan los píxeles circundantes. Todas estas imágenes son propiedad de los archivos secretos de la KGB que, no sabiendo muy bien que hacer con ellas, ha decidido donarlas al museo etnográfico de Chesterfield. Juancho, que a pasado a engrosar las cifras del paro, vive actualmente de la beneficiencia y de las fotos que toma en diferentes zoos a los niños con los babuinos y a los abotargados turistas alemanes del loro parque de su ciudad natal.
Disfruta acechando a sus presas, confundido en los pastizales urbanos, a la inigualable altura de 75 centímetros sobre el nivel del mar. Con ambos ojos enfocados en la misma dirección, su aguda percepción y su visión estereoscópica no dejan escapar ni a viandantes ni a transeúntes. Cuando menos lo esperan, libera el obturador y una lengua onomatopéyica se estira como un zoom, captando hasta el más mínimo detalle de sus vidas. Aquellos datos que pudieran faltar son extrapolados siguiendo un complejo modelo matemático que tiene en cuenta la información que proporcionan los píxeles circundantes. Todas estas imágenes son propiedad de los archivos secretos de la KGB que, no sabiendo muy bien que hacer con ellas, ha decidido donarlas al museo etnográfico de Chesterfield. Juancho, que a pasado a engrosar las cifras del paro, vive actualmente de la beneficiencia y de las fotos que toma en diferentes zoos a los niños con los babuinos y a los abotargados turistas alemanes del loro parque de su ciudad natal.