It was grey cold that morning in Wroclaw. A metal-winged lizard watched them closely. They three had no real names, just fictional creatures. The youngest poked his drum waiting for a drift of air to come. A painted bird flew over the girl's red braids. Roumanian, staring into the distance as the little dumb vanished beyond the railway, into the crops.
Inspired by:
"The Painted Bird" (Jerzy Kosinski)
"The Tim Drum" (Günter Grass)
"Niederungen" (Herta Müller).
12 comments:
Reunión de 3, inspiración de 3. Un número mágico.
Añado a la triada a Gustav Meyrink, para romperla, y logro que el monstruo de metal cobre vida.
Voy a opinar sobre lo único que puedo, el número tres, es primo, es impar, es horroroso...
Un beso, Miriam G.
Tres historias, tres culturas, tres paises, tres autores con comunes sensibilidades. Ambos conocemos sus palabras y los ambientes donde se forjaron. De los tres me gustan sus faldas: las suabas, las de la abuela y las de la bella loca. El dragon observa y hace un guiño complice. Guarda su secreto.
Cuanta cultura por abarcar y cuán apabullante la finidad humana que lo impide...
La llamada literatura del holocausto es vasta, como puede serlo el cine dedicado al mismo. No son tantas, sin embargo, las novelas cuyos protagonistas son niños, que aportan una vision diferente, cruda, cruel, no tan inocente, ni mucho menos, como esperariamos. A mi estas tres me gustan particularmente. Otros autores viculados directamente con esta literatura y que tambien recomiendo son Cioran, Primo Levy...
Miriam: los numeros primos son maravillosos.
Aura: gracias por la recomendacion
Letnikov: gracias por recordarme el detalle de las faldas, no habia caido en esa simbologia presente en las tres novelas.
Higronauta: ha tocado usted un tema que evito para no deprimirme..
a mi tampoco me gustan los numeros impares como a mirian.g ...¿eso porque pasA?
Yo creo que porqué nos gusta la perfección y la armonia, ja, ja, ja. Ahora en serio, yo estoy enamorada de las potencias de dos... Ese cuatro, ese ocho, ese treinta y dos, el dieciseis me gusta menos... ¡son tan sexis!
Un beso, Miriam G.
(Sí loco sí, puedes retirarme hasta el saludo, anda que ya me vale estropear tu interesante post con mis comentarios intrascendentales)
las potencias de dos, que entre otras cosas hacen que podamos usar los blogs: qué maravilla el sistema de numeracion binario: ceros y unos, unos y ceros...0 voltios, 5 voltios, puertas lógicas, álgebra do boole, y todo sale del silicio, y en último término de la arena...miriadas de transistores: NPN, PNP... (acabo de arreglar el post). Nunca habría pensado que los números fueran sexis...será porque siempre me parecieron masculinos y a mi me molan las tías? jaja
Es un halago que usted piense que este post es interesante. Un beso
Es un halago que usted diga que es un halago ;-).
¡Ay los transistores! (Un suspiro de amor). Soy ingeniera industrial, pero de las de antes, de las que en cuarto elegíamos especialidad, yo elegí electrónica y disfruté. Y aunque ya no se utilizasen cuando nos los enseñaron, con pocas cosas he disfrutado tanto como diseñando circuitos asíncronos para controlar lo que fuera, un barco. La electrónica analógica también tenía su puntito, hasta la de potencia lo tenía, a pesar de que en una época odié los tiristores. De todo aquello ya no sé nada, sólo contar en binario y en hexadecimal.
Un beso, Miriam G.
A mi me gustaba mucho el control digital: ver como se comportaban los sistemas solamente conociendo los ceros y los polos de las funciones de transferencia. COgí un buen libro, el Ogata, que me ayudó a resolver ecuaciones diferenciales en un plis (para la carrera de mates)...estas cosas me suenan porque en mi familia hay un ingeniero electrónico.
Ya me intuia yo que había alguien de ciencias entre los lectores del blog...;) (que conste que yo soy de letras)
¡Ay aquellos tiempos de transformadas! ¡Ay aquellos tiempos de Laplace, Fourier y Z! ¡Ay...! Ja, ja, ja... Sí también me gustaban mucho la regulación automática y el control digital. Yo tenía un libro buenísimo para regulación, estoy viendo la portada y no recuerdo el maldito nombre...
¿De letras? ¿Un matemático de letras? ¿O he sacado conclusiones apresuradas después de leerle estos últimos meses?
El ingeniero de tu familía no estudiaría en ICAI ¿verdad?
Un beso, Miriam G.
Me gano la vida enseñando mates...pero soy un acérrimo defensor del eclecticismo y me empeño en intentar convencer a la gente de que todo es lenguaje...
se me nota mucho el ramalazo matemático?? no me diga eso que me deprimo jaja
ay! esas transformadas que también están presentes en el mundo musical...y en los post sobre zombies y mutaciones, ve? otra vez haciendo gala del eclecticismo jajaja
un beso.
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